jueves, 3 de noviembre de 2016

Lenguaje sexista es la expresión que se emplea para referirse al sexismo asociado al uso del lenguaje. Diversos organismos y legislaciones previenen en contra de hacer un uso no sexista del lenguaje, a cuyo fin se han editado guías y se han desarrollado políticas incluso legislativas.

Características del lenguaje sexistaEdita


Lenguaje sexista son los rasgos relacionados con los prejuicios culturales relacionados con la identidad sexual, frecuentemente asociados al machismo, a la misoginia, a la misandria, o desprecio real o aparente de los valores femeninos o masculinos.
El lenguaje sexista se refiere a la discriminación personas, que se manifiesta en el uso del lenguaje, de un sexo por considerarlo inferior a otro. Esto se da en dos sentidos: por un lado, en lo que concierne a la identidad sexual de quien habla y por otro en lo que se refiere al tratamiento discriminatorio que sufren las mujeres en el discurso ya sea por el término utilizado o por la manera de construir la frase.[1]
En idiomas como el español el género gramatical por forma no marcada el masculino de los sustantivos y adjetivos, de forma que pasa a ser el género masculino el inclusivo o incluyente frente al femenino marcado, que pasa a ser el género exclusivo o excluyente: "Los alumnos de esta clase" incluye a hombres y mujeres, pero "las alumnas de esta clase" excluye a los varones.

Formas de evitar el lenguaje supuestamente sexistaEditar

La corriente que sostiene que el lenguaje sexista abusa del masculino genérico, considera que se puede evitar esto usando las siguientes fórmulas:
  • Nombres colectivos (profesorado, en vez de los profesores, alumnado, en vez de alumnos...)
  • Perífrasis (la persona interesada, en vez del interesado)
  • Construcciones metonímicas (la juventud, en vez de los jóvenes)
  • Desdoblamientos (Señores y señoras, niños y niñas)
  • Uso de barras (Sr/a)
  • Omisión de determinantes o empleo de determinantes sin marca de género (cada contribuyente en lugar de los contribuyentes)
  • Uso de formas personales genéricas o formas no personales de los verbos ("es preciso atender más" por "es preciso que el alumno atienda más").
El inconveniente de esto es que muchas veces atenta contra el principio de economía del lenguaje.
La Comisión de Mujeres y Ciencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España advierte que el lenguaje no sexista es una cuestión compleja que no se reduce a la simplicidad de la regla consistente en doblar las formas. Y respecto a que la utilización del masculino está justificado por el principio de “economía lingüística” y por razones de estilo, la Comisión considera que ese es un tópico falso.